Translate

Sunday, August 16, 2015

CADA ÁRBOL SE CONOCE POR SUS FRUTOS





REFLEXIÓN #1: CADA ÁRBOL SE CONOCE POR SUS FRUTOS


Una de las cosas que yo más detesto es la hipocresía.  Puede ser definida como: 
Actitud del que finge o aparenta lo que no es o siente (Diccionario.com).  Estoy seguro que muchos de ustedes conocen a personas así.  Sin embargo, por que muchas veces nos dejamos embaucar de gente así?  Por qué creemos que son buenas personas, cuando en realidad son todo lo contrario?

Una posible respuesta es que nos dejamos llevar por las apariencias.  Cuando vemos a una persona bien vestida, que tiene un buen trabajo, que parece venir de una buena familia y que aparentemente no tiene vicios ya creemos que esa persona es buena gente.  No obstante, nuestro Señor Jesucristo nos dijo una manera de desenmascarar a este tipo de personas en el Evangelio de Lucas capítulo 6 versículos del 43 al 45:

No hay árbol bueno que de frutos malos, ni tampoco árbol malo que de frutos buenos.  Cada árbol se conoce por sus frutos.  No se recogen higos de los espinos ni se sacan uvas de las zarzas.  Así, el hombre bueno saca cosas buenas del tesoro que tiene en su corazón, mientras que el malo, de su fondo malo saca cosas malas.  La boca habla de lo que está lleno el corazón.

Esto es la clave.  No simplemente miren a la persona, vean como habla y actúa.  Si la persona se la pasa hablando mal de otra, si la persona llega a contar el último chisme con respecto a alguien, si se la pasa sembrando veneno para romper amistades, destruir reputaciones, y calumniar estamos presenciando a un árbol malo que produce frutos malos (discordia, mentira, resentimiento, envidia, etc.) provenientes de su corazón.

Quisiera poder decir que solamente los paganos y los impíos actúan así, pero he visto personas que dicen ser cristianos actuando de esa manera que no agrada a Dios.  Jesús nos dio el gran mandamiento: Amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.  Y amarás a tu prójimo como a ti mismo (Mateo 22: 37 y 39).  Al actuar como hipócritas estamos faltando a lo que nos mandó Cristo porque estamos perjudicando al hermano, en vez de amarlo.  "Si no ama a su hermano, a quien ve no puede amar a Dios a quien no ve" (1 Juan 4:20)

Debemos aprender a discernir para no dejarnos llevar por las apariencias, la belleza física, la posición social, títulos universitarios, situación laboral, etc.  La única forma de hacerlo es pedirle todos los días a Jesucristo y a su Santísima Madre este don.

Como cristianos debemos cambiar nuestra manera de actuar, ya que como discípulos de Cristo debemos imitarlo.  Conoces a alguien que está actuando de esa manera? Que harás al respecto?  Permanecerás en silencio permitiendo o fomentando calumnias, envidias, y discordias?