Translate
Sunday, May 15, 2016
SANTA MARÍA #3: El SUEÑO DEL REY ALFONSO
Hola a todos:
Siento no haber estado escribiendo más a menudo pero he estado bastante ocupado. En este maravilloso mes de María les quiero compartir una historia que leí que muestra lo importante y vital que es la intercesión de María para nuestra salvación. La historia se llama el Sueño del Rey Alfonso y es relatado por el padre Eliécer Salesman en su libro titulado "Mes de María". Espero que la disfruten:
Alfonso, Rey de León y de Galicia en su juventud llevaba una vida no muy santa. Una noche soñó que llegaba a la eternidad y no podía entrar al cielo por no llevar el "traje de gracia y buenas obras" que se exige para salvarse. En ese momento apareció Jesús y ordeno que pesaran en una balanza las obras buenas y las obras malas de Alfonso para saber que destino le correspondía en la eternidad. Sus obras malas que estaban a la izquierda de la balanza, resultaron más numerosas que las buenas que estaban a la derecha. Los demonios estaban bailando de alegría. Justo antes de que se dictara la sentencia de condenación, apareció la Santísima Virgen María y colocando su rosario en el lado derecho de la balanza, hizo que ésta se inclinara hacia las obras buenas. Los demonios protestaban furiosos gritando que aquello era trampa y Nuestro Señor le pregunto a su Madre: "Por que has hecho esto?" Y Ella le respondió: "Es que este joven Alfonso ha rezado muchas veces mi Rosario y yo con esto quiero pedirte que no lo dejes condenar porque es mi devoto."
Entonces Jesucristo, vuelto hacia el pobre hombre que temblaba de susto, le dijo: "Has visto? Mi Madre te ha salvado porque tu le rezas a Ella con frecuencia. Te dejo un poco mas de vida: pero aprovecha este tiempo para quitar del manto de tu alma la mancha de tantos pecados, y dedícate a echar obras buenas al lado derecho de la balanza no sea que al morirte encuentres que estas falto de ellas".
Cuando despertó el rey, estaba sudando de tanto miedo. Desde ese día dejo amistades que le hacían ofender a Dios, abandono sus juegos de azar y reuniones pecaminosas. Confeso sus pecados, visitaba enfermos, dando limosna, ayudando encarcelados, asistiendo a misa, en fin... echando buenas obras a lado derecho de la balanza. Cuando murió, era ya un verdadero convertido.
Hermano: ¿y si tu te murieras hoy? ¿Cómo esta el manto de tu alma? ¿Llena de buenas obras al lado derecho de la balanza o manchada de pecados mortales?
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
Hermosa historia para leer
ReplyDelete